
12 Mar Día Mundial del Glaucoma
El Día 12 de marzo se celebra el día mundial del Glaucoma, la segunda causa común de ceguera a nivel mundial que afecta a 60 millones de personas. De hecho, la OMS (Organización Mundial de la Salud) estima que para este año 2020 la cifra aumente en 10 millones más.
Esta jornada tiene el propósito de llamar la atención sobre este grupo de enfermedades oculares progresivas y la importancia de su detección. Por ello, te traemos este post para que conozcas información acerca de esta enfermedad.
Índice
¿Qué es el glaucoma?
El glaucoma es una enfermedad crónica del ojo que roba la visión de manera gradual como consecuencia de un daño en el nervio óptico secundario, provocada, generalmente, por un aumento de la presión intraocular sostenida durante muchos años. El nervio óptico se encarga de recoger la imagen desde el ojo y llevarla hasta el cerebro.
¿Quién puede desarrollar glaucoma? Hay diversos factores de riesgo que pueden causar esta enfermedad, como por ejemplo: tener más de 60 años, antecedentes familiares de glaucoma, diabetes, miopía, traumatismo ocular, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y córneas delgadas en el centro, entre otros.
Tipos de glaucoma
Existen diversos tipos de glaucoma. Los dos principales son:
- Glaucoma de ángulo abierto: El ángulo que forman el iris y la córnea está abierto. Se produce un aumento de la presión intraocular provocado por la obstrucción lenta de los canales de drenaje. Este tipo de glaucoma, que se desarrolla lentamente y es el más frecuente, afecta aproximadamente al 80% de los casos.
- Glaucoma de ángulo cerrado: En este caso, el ángulo que forman el iris y la córnea está cerrado y se produce el bloqueo de los canales de drenaje, provocando un aumento de la presión intraocular inesperado. Este tipo de glaucoma se desarrolla de forma inmediata y es menos frecuente.
¿Cuáles son los síntomas?
Por lo general, no presenta síntomas en la primera fase de desarrollo. Una vez que avanza, se produce una gran lesión en el campo de visión o en la visión, llegando a provocar la pérdida de la visión de manera repentina. ¿Cuáles son los síntomas?:
- Visión borrosa
- Enrojecimiento del ojo
- Dolor de cabeza
- Dolor ocular
- Dolor en la frente
- Náuseas y vómitos
- Trastornos visuales, como la visualización de halos rodeando las luces y dificultad para adaptarse a la oscuridad
Prevención y tratamiento
Los daños ocasionados por esta patología son irreversibles, por eso es fundamental la prevención. La principal recomendación es que las personas con alto riesgo se sometan a revisiones oftalmológicas periódicas.
La mayoría de los tratamientos están centrados en disminuir la presión ocular del nervio óptico. En todo caso, debemos tener en cuenta que el daño que produce el glaucoma es irreversible y todos los tratamientos se orientarán a frenar su progresión, ralentizando el deterioro progresivo del nervio óptico y la pérdida del campo visual. Cabe añadir que cada caso de glaucoma es diferente, por lo que el oftalmólogo es quién puede decidir mejor qué tratamiento es el más idóneo para cada caso.
Los tratamientos que se llevan a cabo son:
- Médico-Farmacológicos: Este tipo de tratamiento se lleva a cabo a través de gotas oftálmicas para que ayuden a mantener los niveles de presión intraocular normales.
- Láser: Es un tratamiento muy seguro. Se realiza para mejorar el drenaje del líquido dentro del ojo y por tanto, que disminuya la presión.
- Quirúrgico: Hay diferentes tipos de operación según el caso y el tipo de paciente. Dependiendo del tipo de glaucoma le funciona mejor un tratamiento que otro, por ello es importante hacer un seguimiento personalizado del caso y escoger el que le va mejor a cada paciente.
Como conclusión, al ser una enfermedad que no presenta síntomas desde primera hora, es fundamental realizar revisiones periódicas para evitar llegar tarde cuando el glaucoma de la cara.